La serie Los mapas ciegos fue realizada en torno a 1999 y gira en torno a la idea de la búsqueda del hogar perdido, metáfora de la búsqueda de la identidad propia o proceso de individuación. La serie ilustraba distintos momentos de ese recorrido iniciático realizado por un personaje, en cierta medida similar al propuesto por Joseph Campbell en su trabajo El héroe de las mil caras, en la búsqueda de la esencia de su identidad.
El cuadro que abre la serie Ascenso y caída de J. V. Marjov fue expuesto en la exposición colectiva «Miradas distintas. Distintas miradas. Paisaje Valenciano en el siglo XX» (Museo del siglo XIX, Valencia, 2002). La obra representa un personaje ascendiendo en un globo aerostático repleto de libros, con los pies colgando, agarrado a las cuerdas, en el preciso instante en el que parece decidirse a saltar, a abandonar el globo. Un paisaje industrial, de humeantes fábricas situadas a la orilla del mar, se divisa desde el globo y parece que se convertirá en un futuro en su mundo “real” por oposición al mundo de ficción literario.
La obra Mudanza eterna cerraba la serie y representa un paisaje polar en el que un viajero miraba a través de un agujero realizado en un lago helado, a través del cual veía un acogedor hogar. La visión del fin del viaje, el hogar caldeado por una chimenea frente al entorno gélido, ofrecía una imagen paradójica: el fin del trayecto y la inaccesibilidad del hogar, el arduo recorrido sin premio. El hogar perdido como metáfora de lo que anhelamos y que sabemos íntimamente esquivo, como metáfora de desaliento y el desarraigo. Mudanza eterna fue expuesta en la exposición colectiva Plural. El arte español ante el siglo XXI (Edificio del Senado. Madrid, 2002)